Desde fuera, todo parece estar en su sitio.
Tienes un trabajo estable.
Tienes una pareja que te quiere.
Una familia con la que te llevas bien.
Amistades con las que puedes contar.
Incluso tienes tiempo para ti, alguna escapada, planes de fin de semana…
Y sin embargo, algo no encaja.
No sabes muy bien qué es, pero lo sientes.
Es esa sensación sutil, difícil de explicar, como un pequeño vacío dentro.
Una especie de “desajuste emocional” que aparece justo cuando todo debería sentirse bien.
¿Por qué me siento así si no me falta nada?
Es una pregunta más común de lo que parece. Muchas personas llegan a terapia con esta misma duda, envuelta en culpa y confusión:
“No me pasa nada grave, pero no me siento bien. ¿Qué me pasa?”
La sociedad nos ha enseñado a mirar hacia fuera para evaluar cómo estamos. Si tengo todo lo que “se supone” que debería hacerme feliz, entonces no tengo derecho a sentirme mal. ¿Verdad?
Pero la realidad emocional es más compleja.
No siempre que todo está bien fuera, todo está bien dentro.
Posibles razones por las que “todo va bien”, pero tú no
Estas son algunas de las causas más comunes:
Has desconectado de ti mismo.
En medio del ritmo del día a día, has dejado de escuchar tus propias emociones, tus deseos, tus límites. Vives en automático.Estás cumpliendo expectativas ajenas, no propias.
A veces logramos lo que los demás esperan de nosotros… pero no lo que realmente queremos.Te falta sentido.
Puedes tener éxito, pero sentir que lo que haces no te llena. Que no conecta con lo que te mueve por dentro.Hay heridas que no se han sanado.
Aunque tengas una vida funcional, puede que haya emociones del pasado que siguen doliendo en silencio.Reprimes tus emociones para “estar bien”.
Sientes tristeza, ansiedad o enfado, pero te dices: “no debería quejarme”, y te tragas lo que sientes.
No es ingratitud, es malestar
Sentirse así no te hace una persona desagradecida, ni egoísta, ni frágil.
Te hace humano.
Y es válido sentirse mal, incluso cuando todo parece estar bien.
Negarlo solo te aleja más de lo que necesitas: comprensión, espacio y escucha.
¿Qué puedes hacer si sientes que “algo falla”?
Date permiso para sentir
No necesitas justificar tu malestar. Lo que sientes es real y merece atención.Conecta contigo mismo
Pregúntate: ¿Qué necesito ahora? ¿Qué deseo de verdad? ¿Estoy siendo fiel a mí mismo?Revisa si estás viviendo en coherencia con tus valores
A veces el malestar viene de estar en un lugar que ya no nos representa.Habla de lo que sientes
Compartirlo con alguien de confianza o con una persona profesional puede ayudarte a poner en palabras lo que aún está difuso.
A veces, el problema no es lo que falta fuera, sino lo que hemos dejado de mirar dentro.
Y cuando te das cuenta de eso, puedes empezar a reconectar contigo, a preguntarte qué necesitas, a dar nuevos pasos.
Porque aunque todo vaya bien, tú también mereces sentirte bien.
Y si no sabes por dónde empezar, la terapia puede ser ese primer espacio seguro para volver a ti 🩷